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«Tu empresa es una mierda, te la voy a hundir»: las palabras de un camarero en una discusión que acabaron en despido

Por Luis Ferrer Abogado – www.luisferrer.abogado

Introducción
En el ámbito laboral, la libertad de expresión tiene límites cuando colisiona con los deberes de respeto y buena fe que rigen toda relación laboral. Una reciente sentencia ha avalado el despido disciplinario de un camarero que, durante una acalorada discusión con su superior, profirió expresiones gravemente ofensivas contra la empresa. El caso gira en torno a la frase “tu empresa es una mierda, te la voy a hundir”, pronunciada en el contexto de una disputa interna.

Este pronunciamiento judicial vuelve a trazar la línea entre el derecho a manifestar una opinión y el deber de lealtad hacia el empleador.

Los Hechos
El incidente se produjo en el transcurso de una discusión entre el camarero y el responsable del establecimiento hostelero donde trabajaba. Durante el altercado, el trabajador elevó el tono de la conversación hasta pronunciar frases amenazantes y claramente despectivas hacia la empresa. Los hechos fueron presenciados por otros empleados, y poco después se procedió a la apertura de un expediente disciplinario.

El empresario justificó el despido por causas disciplinarias, alegando una infracción muy grave de los artículos 54.2 c) y d) del Estatuto de los Trabajadores, que sancionan las ofensas verbales al empleador y la transgresión de la buena fe contractual.

Fundamento Jurídico
El tribunal encargado del caso consideró probado que las expresiones empleadas por el trabajador fueron ofensivas, amenazantes y desproporcionadas, rompiendo con ello la confianza básica exigida en la relación laboral. Además, se tuvo en cuenta el carácter público del incidente y su impacto negativo sobre el clima laboral.

La sentencia reiteró que el derecho a la libertad de expresión no ampara insultos ni amenazas, especialmente cuando se dirigen contra la empresa y pueden socavar su imagen o funcionamiento. En este sentido, se recuerda que la lealtad y el respeto mutuo son pilares esenciales en el marco laboral.

Despido Disciplinario: Procedencia y Efectos
El despido fue declarado procedente, convalidando la decisión del empleador y denegando cualquier tipo de indemnización o derecho a readmisión. Esta resolución refuerza la posición jurisprudencial que admite el despido disciplinario cuando el comportamiento del trabajador implica una ruptura de la confianza suficiente para justificar la extinción inmediata del contrato.

También subraya que el lenguaje utilizado en el trabajo debe ajustarse a mínimos de respeto, incluso en contextos de tensión, y que las amenazas hacia la viabilidad empresarial no son tolerables bajo ningún concepto.

Conclusión
Este caso reafirma que la conducta verbal de un trabajador puede tener consecuencias jurídicas severas si infringe los principios básicos de respeto y buena fe. Desde Luis Ferrer Abogado, recomendamos a trabajadores y empresarios fomentar un entorno de diálogo constructivo y resolver los conflictos a través de los cauces adecuados, evitando enfrentamientos que puedan desembocar en medidas tan drásticas como el despido.

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