El Supremo condena a un grupo de evangelistas que provocó una estampida en el metro de Valencia

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Una joven de 25 años, que tardó 259 días en curarse, resultó herida al ser pisoteada por los viajeros 

El Tribunal Supremo ha condenado a ocho ciudadanos alemanes y uno iraquí con residencia en Alemania por delito de lesiones por imprudencia menos grave debido a una estampida que provocaron en el metro de Valencia y donde resultó herida una joven de 25 años al ser pisoteada por los viajeros. Los acusados tendrán que pagar una multa de 1.080 euros y una indemnización conjunta de 13.606 euros a la afectada. 

El 4 de agosto de 2018, los acusados, cristianos evangelistas, entraron en un vagón del metro de Valencia con un carro de compra repleto de libros y cuadernillos de contenido religioso, mientras uno de ellos agitaba una gran cruz.

Una vez en el interior del convoy, que se encontraba repleto de gente por coincidir con la noche de feria, el grupo de evangelistas empezaron a manifestar a través de un megáfono la siguiente frase: “Tenemos un mensaje para vosotros: este metro está lleno de pecado, de drogas, de formación (fornicación…), de alcohol. La palabra de Dios dice…”. 

Uno de los acusados difundía las palabras en alemán, otro las traducía al español en voz alta y el resto del grupo grababan las escenas mientras entregaban un tríptico donde aparecía la leyenda «¿a dónde irías si murieras hoy mismo?». 

Al escuchar estas palabras, un joven que se encontraba en el vagón dijo «de algo hay que morir». A continuación, algunos viajeros se levantaron atemorizados dirigiéndose hacia la puerta de salida. Ante esto, el mismo joven señaló que se trataba de una broma. «Que es mentira. Válgame, señor», sostuvo. 

Según los hechos probados, esta situación generó un contexto de temor entre los ocupantes del convoy, que creían que era un aviso de bomba o ataque con gas. Por ello, asustados, trataron de salir del tren que se detuvo en la estación Alameda produciéndose una avalancha. Mientras tanto, los evangelistas continuaron diciendo: «Jesús os ama, no tengáis miedo, solo miedo del pecado». 

Como consecuencia de la estampida, los viajeros se empujaron y pisaron para salir del convoy, resultado contusionadas varias personas que no requirieron atención facultativa, salvo una joven que viajaba en el primer bajón y fue pisoteada por los ocupantes. La afectada, que tardó 259 días en curarse, sufrió edemas óseos y esguince.

A pesar de esta situación, los acusados se mostraron sólidos en su actitud y continuaron con sus mensajes como «vais a ir al infierno», «los españoles sois unos perros, solo fumáis marihuana» y «hemos venido de Alemania para salvaros», mientras permanecían reacios a abandonar el vagón a pesar de los requerimientos de los vigilantes de seguridad. Únicamente disminuyeron su actitud cuando se personó una dotación del Cuerpo Nacional de Policía y los esposaron. 

Por todo ello, el Supremo rechazó los recursos y destacó que la conducta inicial promovida por el grupo evangelista lanzando mensajes apocalípticos, implicó una conducta arriesgada para el bien jurídico como es la integridad física de las personas que viajaban en el metro y que se vio afectada.

Fuente de la noticia: «www.noticias.juridicas.com»