Un tribunal reconoce responsabilidad médica por no diagnosticar ni tratar adecuadamente las complicaciones de un esguince inicialmente leve, que terminó en una discapacidad permanente
Por Luis Ferrer Abogado – www.luisferrer.abogado
Introducción
Lo que parecía un esguince de tobillo leve terminó convirtiéndose en una trombosis irreversible por una deficiente atención médica. Un tribunal ha condenado al centro sanitario a indemnizar con casi 80.000 euros a la paciente, que ha sufrido secuelas permanentes a raíz de una complicación no detectada ni tratada a tiempo.
El caso pone en evidencia que incluso las lesiones aparentemente simples pueden derivar en graves consecuencias si no se valoran adecuadamente sus posibles complicaciones. También recuerda que la negligencia médica no requiere una intervención quirúrgica mal ejecutada para existir: basta con no hacer lo necesario en cada caso.
Hechos probados
- La paciente acudió a urgencias con un esguince de tobillo diagnosticado como leve.
- No se le realizaron pruebas complementarias ni se le ofreció seguimiento médico adecuado.
- Días después, comenzó a experimentar dolor intenso, inflamación y dificultad para movilizar el pie.
- No se le derivó a traumatología ni se le prescribió reposo con inmovilización activa.
- Finalmente, se le diagnosticó una trombosis venosa profunda, con afectación vascular irreversible.
- La paciente desarrolló síndrome postrombótico y quedó con secuelas permanentes funcionales y estéticas.
Fundamento jurídico: negligencia médica por omisión
El tribunal concluye que existió mala praxis médica, no por acción directa, sino por omisión del deber de diagnóstico, seguimiento y tratamiento adecuado.
En concreto:
- Se produjo una pérdida de oportunidad diagnóstica y terapéutica.
- No se activaron los protocolos de control de riesgos vasculares asociados a lesiones inmovilizantes.
- El daño no fue causado por la lesión original, sino por su evolución no controlada ni tratada.
El centro sanitario fue condenado a indemnizar con casi 80.000 euros por daños físicos, morales y estéticos, más intereses legales.
Claves legales del caso
- La apariencia de “lesión menor” no exime de responsabilidad: lo esencial es valorar la evolución del caso y actuar en consecuencia.
- La omisión de pruebas básicas, seguimiento clínico o derivación especializada puede ser constitutiva de negligencia médica.
- La indemnización cubre no solo el daño físico, sino también el impacto emocional, social y profesional de las secuelas.
Reflexión jurídica
Este caso demuestra que:
- La confianza del paciente en el diagnóstico médico no puede sustituir la obligación legal del profesional de realizar las pruebas necesarias.
- Los errores por omisión o inacción son tan graves como los errores técnicos en una intervención.
- El sistema sanitario debe valorar integralmente cada caso, incluso cuando el cuadro clínico inicial no parezca grave.
Conclusión
La sentencia reafirma que no hay “lesiones menores” cuando se trata de la salud de una persona. Un esguince mal atendido no es solo una oportunidad perdida de curación, sino un ejemplo claro de cómo la negligencia médica puede cambiar una vida por completo.
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