El tribunal reconoce que la trabajadora no solo no puede ejercer la docencia, sino que carece de autonomía funcional suficiente para desarrollar cualquier profesión, debido a su grave afectación psicológica
Por Luis Ferrer Abogado – www.luisferrer.abogado
Introducción
Una reciente sentencia ha reconocido la situación de incapacidad permanente absoluta a una mujer de 44 años, trabajadora del ámbito educativo, al concluir que sus patologías psíquicas le impiden desarrollar cualquier tipo de actividad profesional. La resolución subraya la importancia del estado emocional y mental como factor determinante de aptitud laboral, especialmente en profesiones que exigen una elevada estabilidad personal y gestión emocional, como es la docencia.
1️⃣ El caso: docente con graves trastornos psiquiátricos y seguimiento hospitalario
La afectada, profesora de educación secundaria, padece un trastorno depresivo mayor con síntomas de ansiedad grave, insomnio, fatiga persistente y deterioro cognitivo funcional, acompañado de un alto grado de afectación emocional.
🔹 El informe médico y forense detalla que la paciente requiere tratamiento activo en hospital de día, donde acude regularmente para mantener su estabilidad clínica.
🔹 La sintomatología afecta no solo su desempeño profesional, sino también su capacidad de llevar una vida cotidiana autónoma y organizada.
📌 A la vista de estos elementos, el tribunal ha considerado que su situación médica le incapacita de forma total y permanente para cualquier ocupación laboral.
2️⃣ Incapacidad permanente absoluta: requisitos y valoración judicial
Según el artículo 194.2 de la Ley General de la Seguridad Social, se entiende por incapacidad permanente absoluta aquella que:
“inhabilite por completo al trabajador para toda profesión u oficio”.
En este caso, el tribunal concluye que:
✅ La trabajadora no puede desarrollar tareas con un mínimo de regularidad, exigencia, concentración o responsabilidad.
✅ La patología no es temporal ni susceptible de remisión a corto o medio plazo.
✅ El hecho de necesitar asistencia hospitalaria periódica es incompatible con cualquier rutina laboral.
3️⃣ Relevancia del puesto de trabajo y la profesión ejercida
Aunque el reconocimiento de incapacidad absoluta no requiere necesariamente analizar el puesto concreto, el tribunal destaca que en el caso de la docencia:
🔸 La profesión exige interacción constante, gestión de conflictos, tolerancia al estrés y habilidades comunicativas, todas ellas severamente afectadas.
🔸 La ausencia de estabilidad emocional impide garantizar un entorno seguro y eficaz para el alumnado, lo que refuerza la inidoneidad de la trabajadora para su desempeño profesional.
4️⃣ Consecuencias del reconocimiento de la incapacidad absoluta
La sentencia conlleva:
✔️ El derecho a percibir una pensión vitalicia equivalente al 100% de la base reguladora.
✔️ La posibilidad de revisión futura, aunque con muy baja probabilidad de reincorporación dado el diagnóstico clínico.
✔️ Eventualmente, el acceso a prestaciones complementarias de asistencia sanitaria o dependencia, si fueran necesarias.
Conclusión
Este caso evidencia cómo las enfermedades psíquicas graves pueden justificar una incapacidad absoluta, incluso en personas jóvenes y con alta cualificación. La jurisprudencia reconoce que la capacidad laboral no se limita a lo físico, y que la salud mental es un elemento fundamental para la empleabilidad.
Desde Luis Ferrer Abogado, defendemos los derechos de quienes sufren trastornos incapacitantes y gestionamos con rigor los procesos de reconocimiento de incapacidades laborales ante el INSS y los tribunales de lo social.
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