La falta de un programa de cumplimiento adecuado puede hacer responsable a la empresa de los delitos de sus empleados

ARTICULO DE OPINION

Introducción

En el entorno empresarial moderno, las organizaciones enfrentan crecientes desafíos en materia de responsabilidad legal, especialmente cuando se trata de los actos ilícitos cometidos por sus empleados. La falta de un programa de cumplimiento adecuado puede exponer a una empresa no solo a pérdidas económicas y de reputación, sino también a ser considerada legalmente responsable de los delitos perpetrados por sus empleados. Este artículo aborda la importancia de un programa de cumplimiento efectivo como herramienta fundamental para mitigar riesgos y evitar que las empresas sean consideradas responsables de los actos ilícitos de sus empleados.

Responsabilidad Penal de la Empresa

En muchos sistemas jurídicos, la responsabilidad penal de las empresas ha sido tradicionalmente limitada, ya que se consideraba que solo las personas físicas podían ser sujetas a sanciones penales. Sin embargo, esta visión ha cambiado con la evolución del derecho penal, que ha comenzado a reconocer la posibilidad de que las personas jurídicas puedan ser penalmente responsables por los delitos cometidos en su nombre o por su cuenta, especialmente cuando estos delitos son facilitados por la cultura corporativa o la ausencia de controles internos.

La responsabilidad penal de la empresa puede surgir cuando se demuestra que el delito cometido por un empleado está vinculado a la falta de supervisión adecuada o a la ausencia de políticas internas que prevengan tales conductas. Es en este contexto donde cobra relevancia la implementación de programas de cumplimiento o «compliance programs», que tienen como objetivo principal establecer un marco de control interno destinado a prevenir, detectar y corregir actividades ilícitas dentro de la organización.

Importancia de un Programa de Cumplimiento Adecuado

Un programa de cumplimiento efectivo debe ser integral, personalizado a las características de la empresa y adaptado a su sector de actividad. Las directrices básicas de un programa de cumplimiento incluyen:

  1. Identificación y evaluación de riesgos: Es fundamental que la empresa realice un análisis exhaustivo de los riesgos específicos de su sector y de su operación. Este análisis debe considerar factores como la naturaleza de las actividades de la empresa, los países en los que opera, y los antecedentes de la industria en términos de prácticas ilícitas.
  2. Políticas y procedimientos claros: El programa debe incluir políticas y procedimientos que sean claros, accesibles y comprensibles para todos los empleados. Estos deben abordar cuestiones como la prevención de la corrupción, el lavado de dinero, la protección de datos, y otros riesgos legales relevantes para la empresa.
  3. Capacitación continua: La capacitación es una parte esencial de cualquier programa de cumplimiento. Los empleados deben estar informados sobre las políticas de la empresa, los riesgos legales asociados con su trabajo y las consecuencias de no cumplir con las normas establecidas.
  4. Canales de denuncia y protección del denunciante: Es crucial que los empleados tengan un canal seguro y confidencial para denunciar posibles infracciones. Además, la empresa debe garantizar la protección de los denunciantes para evitar represalias.
  5. Supervisión y auditoría interna: El programa de cumplimiento debe incluir mecanismos de supervisión y auditoría interna para garantizar que las políticas se estén aplicando correctamente y que se detecten posibles incumplimientos de manera oportuna.
  6. Acciones correctivas: En caso de detectarse un incumplimiento, la empresa debe estar preparada para tomar medidas correctivas inmediatas, que pueden incluir desde la modificación de las políticas hasta la sanción disciplinaria de los responsables.

Consecuencias de la Falta de un Programa de Cumplimiento

La ausencia de un programa de cumplimiento efectivo puede tener graves consecuencias para una empresa. En primer lugar, la empresa podría ser considerada responsable de los delitos cometidos por sus empleados si se demuestra que no implementó medidas razonables para prevenir tales conductas. Esto podría resultar en sanciones penales, multas significativas, y en algunos casos, la inhabilitación para operar en ciertos mercados.

Además, la reputación de la empresa podría verse gravemente afectada, lo que a su vez podría llevar a la pérdida de clientes, socios comerciales e inversores. En algunos casos, la falta de un programa de cumplimiento puede incluso llevar a la quiebra de la empresa, especialmente si se enfrenta a múltiples procesos legales o a sanciones económicas insostenibles.

Conclusión

En un mundo empresarial cada vez más complejo y regulado, la implementación de un programa de cumplimiento adecuado no es solo una opción, sino una necesidad. Las empresas que no cuentan con un programa de cumplimiento efectivo corren el riesgo de ser consideradas responsables de los delitos cometidos por sus empleados, con todas las consecuencias legales, económicas y reputacionales que ello implica. Por lo tanto, es esencial que las organizaciones adopten un enfoque proactivo en la creación e implementación de estos programas, no solo para protegerse legalmente, sino también para fomentar una cultura corporativa ética y responsable.

Luis Ferrer. Abogado