La importancia de la protección de datos en la actualidad y qué hacer ante una brecha de seguridad

ARTICULO OPINION

En la era digital, la protección de datos personales se ha convertido en una prioridad esencial tanto para individuos como para organizaciones. La gestión y el resguardo adecuado de la información personal son cruciales para preservar la privacidad y la seguridad de los ciudadanos, evitando así el uso indebido de sus datos.

La normativa en España, encabezada por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales (LOPDGDD), establece un marco legal riguroso que regula el tratamiento de los datos personales. Estas leyes imponen a las organizaciones la obligación de adoptar medidas técnicas y organizativas apropiadas para garantizar la seguridad de los datos personales y evitar su acceso no autorizado, así como su pérdida, destrucción o alteración.

La protección de datos es fundamental para:

  1. Preservar la privacidad: Protege la intimidad y privacidad de los individuos.
  2. Evitar fraudes y delitos: La información personal puede ser utilizada para cometer fraudes o robos de identidad.
  3. Fomentar la confianza: Las empresas que manejan datos personales deben generar confianza en sus clientes asegurándoles que su información está protegida.
  4. Cumplimiento legal: Evitar sanciones por incumplimientos normativos que pueden ser severas, incluyendo multas significativas.

Qué hacer ante una brecha de seguridad

Una brecha de seguridad puede tener consecuencias graves tanto para los afectados como para la organización responsable del tratamiento de los datos. Ante una brecha de seguridad, se deben seguir estos pasos:

  1. Identificación y Contención:
  1. Identificar rápidamente la naturaleza y el alcance de la brecha.
  2. Contener la brecha para evitar una mayor exposición de datos. Esto puede implicar aislar sistemas comprometidos o desactivar cuentas afectadas.
  3. Evaluación de Riesgos:
  1. Evaluar el riesgo que la brecha representa para los derechos y libertades de los individuos afectados.
  2. Determinar el tipo de datos comprometidos y el potencial impacto en los individuos.
  3. Notificación:
  1. Informar a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) dentro de las 72 horas siguientes a haber tenido constancia de la brecha, salvo que sea improbable que la misma constituya un riesgo para los derechos y libertades de las personas.
  2. Notificar a los individuos afectados cuando la brecha suponga un alto riesgo para sus derechos y libertades, proporcionando información clara sobre lo ocurrido y las medidas adoptadas.
  3. Mitigación y Prevención:
  1. Adoptar medidas correctivas inmediatas para mitigar los efectos de la brecha.
  2. Implementar mejoras en las medidas de seguridad para prevenir futuras brechas.
  3. Realizar una revisión exhaustiva de los procedimientos de seguridad y llevar a cabo auditorías periódicas.

Jurisprudencia relevante

En España, varias sentencias han resaltado la importancia del cumplimiento de las normativas de protección de datos. Un ejemplo notable es la sentencia del Tribunal Supremo de 26 de marzo de 2020 (AP Murcia, Sección 4ª, núm. 293/2020), que aborda la responsabilidad en la protección de datos personales y la necesidad de implementar medidas adecuadas para evitar su vulneración.

Además, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha emitido múltiples fallos que refuerzan la protección de datos, como la sentencia en el caso «Google Spain SL, Google Inc. contra Agencia Española de Protección de Datos, Mario Costeja González» (C-131/12), que estableció el derecho al olvido y la obligación de los buscadores de internet de eliminar enlaces a información personal bajo ciertas condiciones.

En conclusión, la protección de datos es una responsabilidad crítica para todas las organizaciones en la era digital. Cumplir con las normativas vigentes y estar preparado para gestionar eficazmente cualquier brecha de seguridad es esencial para proteger la privacidad de los individuos y mantener la confianza en las instituciones y empresas.

Luis Ferrer. Abogado