Responsabilidad del letrado que firmó la demanda redactada por una colega inhabilitada por los daños irrogados al cliente de ésta por inasistencia a la audiencia previa

ARTICULO DE OPINION

La responsabilidad profesional de los abogados es un tema de gran importancia y relevancia en el ámbito jurídico. Dentro de este contexto, se presenta un caso particular que merece especial atención: la responsabilidad del letrado que firmó una demanda redactada por una colega inhabilitada, y los daños causados al cliente debido a la inasistencia a la audiencia previa.

1. Contexto Legal y Normativo

En España, la responsabilidad de los abogados está regulada principalmente por el Código Deontológico de la Abogacía Española y la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC). Según el artículo 26 del Código Deontológico, los abogados deben ejercer su profesión con la diligencia y el esmero necesarios para la adecuada defensa de los intereses de sus clientes, siendo responsables de los daños que pudieran causar por su actuación negligente.

Además, la LEC establece en su artículo 230 la obligatoriedad de la firma del abogado en los escritos procesales, lo que implica que este asume la responsabilidad por el contenido y la corrección de dichos escritos.

2. Responsabilidad del Letrado Firmante

El abogado que firma una demanda asume una serie de responsabilidades que van más allá de la mera formalidad. Al estampar su firma, certifica la adecuación del contenido y se compromete a defender los intereses del cliente. Por tanto, si una demanda ha sido redactada por una abogada inhabilitada, el abogado firmante debe asegurarse de que el documento cumple con todas las normativas y requisitos legales.

3. Consecuencias de la Inasistencia a la Audiencia Previa

La inasistencia a la audiencia previa puede tener graves consecuencias para el cliente, incluyendo la desestimación de la demanda o la imposición de costas. Según el artículo 414 de la LEC, la audiencia previa es un acto procesal de vital importancia, en el que se pueden depurar defectos procesales, fijar los hechos controvertidos y proponer prueba.

4. Daños Irrogados al Cliente

Los daños causados al cliente por la inasistencia a la audiencia previa pueden ser de diversa índole:

  • Económicos: Pérdida de derechos o beneficios económicos que se esperaban obtener con la demanda.
  • Procesales: Desestimación de la demanda, imposición de costas procesales, entre otros.
  • Personales: Pérdida de confianza en el sistema judicial y en los profesionales del derecho, así como el estrés y la ansiedad provocados por la situación.

5. Posible Acción de Responsabilidad

El cliente afectado puede interponer una acción de responsabilidad profesional contra el abogado firmante. Para ello, debe demostrar:

  1. Existencia de una relación contractual o cuasi-contractual: Derivada del encargo profesional realizado.
  2. Actuación negligente del abogado: Por firmar una demanda redactada por una persona inhabilitada y no asistir a la audiencia previa.
  3. Daño sufrido por el cliente: Que debe ser real y evaluable económicamente.
  4. Nexo causal entre la actuación negligente y el daño: La inasistencia a la audiencia previa como causa directa del perjuicio sufrido.

6. Defensa del Abogado

El abogado firmante puede alegar diversas defensas para exonerarse de responsabilidad, tales como:

  • Falta de nexo causal: Argumentar que los daños no fueron consecuencia directa de su actuación.
  • Diligencia debida: Demostrar que actuó con la diligencia exigida en el ejercicio de su profesión.
  • Intervención de terceros: Si la inasistencia fue debida a causas ajenas a su control, como problemas de salud inesperados o fallos en la notificación de la audiencia.

7. Conclusión

La firma de una demanda por parte de un abogado implica una serie de responsabilidades que no deben tomarse a la ligera. La actuación negligente, como la firma de documentos redactados por abogados inhabilitados y la inasistencia a actos procesales importantes, puede acarrear graves consecuencias tanto para el cliente como para el propio abogado. Es fundamental que los abogados actúen con la máxima diligencia y profesionalidad para evitar situaciones de responsabilidad y asegurar la adecuada defensa de los intereses de sus clientes.

Luis Ferrer. Abogado