ACTUALIDAD JUDICIAL
Ofrecieron hasta 1.000 euros al portero de su equipo para que se dejara meter un gol
El Juzgado de lo Penal número 6 de Valencia ha condenado a sendas penas de dos meses de prisión e inhabilitación profesional a dos capitanes del Club Deportivo Acero, un equipo de fútbol de la Tercera División, por intentar amañar un partido para ganar dinero con las apuestas que previamente habían realizado.
Uno de ellos es nacido en Cáceres en 1993, y el otro, en Rafelbunyol (Valencia) en 1984.
Han sido sentenciados por un delito de corrupción en el deporte, en el que concurre la atenuante de dilaciones indebidas.
La pena de cárcel que se sustituye por una multa a cada uno de 720 euros. También se ha impuesto a cada uno una multa de 500 euros.
Se trata de una sentencia de conformidad, que ya es firme, tras el acuerdo de conformidad alcanzado entre las partes, que el pasado 25 de octubre ambos ratificaron ante la magistrada Begoña Estañ Capell, reconociendo como ciertos los hechos por los que se le acusaba y mostrándose conforme con la pena solicitada.
La acusación particular la han ejercitado la Liga Nacional de Fútbol profesional, la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana, y el Club Deportivo Acero. Los condenados tendrán que pagar la mitad de las costas procesales, incluidas las de la Liga Nacional de Fútbol profesional.
Según el relato de hechos probados recogido en la resolución, número 401/2021, de 25 de octubre, los dos capitanes del Acero, un club con sede en Puerto de Sagunto (Valencia) que competía en el Grupo Sexto de la Tercera División del fútbol español, contactaron con el que entonces era portero de su equipo y le ofrecieron hasta 1.000 euros por dejarse meter un gol en la primera parte del partido que iba a enfrentarles el 28 de febrero de 2016 en su estadio contra el Club Deportivo Recambios Colon de Valencia.
La sentencia refleja que de esta forma pretendían «obtener un ilícito beneficio económico a través de las apuestas previamente realizadas». El guardameta se negó hasta en tres ocasiones a acceder al ofrecimiento. Ellos le mostraron entonces su extrañeza por esa negativa y le dijeron que había «mucho dinero en juego» y que era una forma de cobrar el dinero que el club les adeudaba.
Cuando se celebró el encuentro, el entrenador del Club Deportivo Acero, que ya había sido advertido por el portero, detectó una actitud sospechosa en uno de los capitanes condenados –el otro no jugó al estar sancionado–, pues facilitaba continuamente la posesión del balón al equipo contrario, por lo que lo sustituyó por otro futbolista.
El equipo local perdió el partido por 0-1, pero «no como consecuencia de las maniobras» de los condenados, respecto de los que no consta que recibieran beneficio económico alguno, «sino única y exclusivamente por el desarrollo de la lid disputada», precisa la resolución.
Tras el partido, el portero comunicó a la directiva del club lo ocurrido y ésta decidió apartar a los dos capitanes del equipo e interponer la denuncia.
Fuente de la noticia: «www.confilegal.com»